¿Qué es el patriotismo?

Tony Blair - Peter Kennard and Cat Picton Phillipps (2004-2007)

El Patriotismo es aquél pensamiento y sentimiento que vincula a una persona con el lugar que considere su hogar nacional. De igual manera, es una actitud hacia la patria que se relaciona directamente con buscar y producir el bien común a la misma.

Según la Wikipedia, Patriotismo es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores, cultura, historia y afectos.

Según la Real Academia Española, el Patriotismo es el amor a la patria y el sentimiento y conducta propios del patriota. Asimismo, según la misma referencia, Patriota es la persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien.

Así que tenemos dos definiciones acerca de lo que es el Patriotismo. Por un lado, es un pensamiento que deviene en sentimientos de cariño hacia la propia patria y, por otro, es la actitud que permite procurar el bien a la misma.


Muchas veces el patriotismo poco tiene que ver con alentar a un equipo de fútbol, a un candidato político o con la defensa o el aliento de ciertos pensamientos acerca de Dios o de lo espiritual. Y mucho está relacionado con la educación que cada uno de nosotros ha recibido a través del entorno familiar.

El auto-estima, el patriotismo y la espiritualidad se vinculan íntimamente en el sentido que si se han enseñado mal, también se han aprendido mal. Y es que si una persona no tiene la suerte de recibir de su entorno más próximo los valores del afecto hacia sí misma, hacia lo otro y hacia lo sagrado ─si es que existiese─ va a ser matemáticamente difícil que se eduque a sí misma con los valores adecuados. Será difícil, pero no imposible. Cuando uno habla de patriotismo no hace otra cosa más que hablar de los afectos y, en ese sentido, es lo mismo que el auto-estima ─que es la valoración que tiene uno mismo de sí mismo─.

Valorar cualquier cosa, desde un plato de sopa, pasando por uno mismo, hasta una nación entera y el mundo en el que se vive, es algo que se va aprendiendo. Y, como todo aprendizaje, éste también está cargado de frustraciones. Siempre que uno se siente frustrado y mantiene este sentimiento deliberadamente detiene el proceso de aprendizaje.

Aprendiendo a tocar la guitarra, por ejemplo, me estoy dando cuenta de que a veces me encuentro con la sensación de que no estoy avanzando nada en mis prácticas. En un segundo, esa sensación se transforma en una frustración; con esta frustración ─en otro segundo más─ me desanimo. Y sigo intentando que me salga el rasguido de la chacarera, y parece tan difícil... pero después de un tiempo de práctica y no prestándole demasiada atención a aquella sensación (a la frustración y al pequeño desánimo) me doy cuenta que ya casi lo estoy aprendiendo. Ahora, a intentar tocar la partitura y cantarla; y otra vez lo mismo...

Casi todos los aprendizajes ─desde el patriotismo hasta la espiritualidad─ están plagados de frustraciones.

OneLight Madness (Locura. Fanatismo) por slayerphoto (Flickr)

El patriotismo de las canchas de fútbol es muchas veces inadecuado porque se confunde la descarga de frustraciones con el aliento al equipo. Un insulto a un árbitro o a un jugador no es otra cosa más que una liberación de la tensión que produce sostener esa misma frustración. Una persona frustrada es aquella que se bloqueó en algún momento de su aprendizaje.

Las formas más difundidas de aliviar la tensión de la frustración ─insultar, protestar, hacer lío etc.─ son modas en cualquier tribuna (deportiva, política o religiosa) y han sido aprendidas por medio del ejemplo:

Un muchacho observa a un mayor que conduce un auto, con el rostro enojado, puteando por equis motivo; dos nenes ven como dos chicos mayores se pelean y cómo los demás chicos a su alrededor los alientan a que lo sigan haciendo; un niño va con su padre a la cancha y lo observa insultar al árbitro cuando no cobra lo que éste considera que debería haber cobrado...

En cierto modo, la descarga de la frustración por este medio no es del todo criticable, yo también por ahí lo hago. Lo que sí es criticable es que este comportamiento sea la media nacional y que cualquier persona se encuentre con muchos otros que se comporten así... en cualquier parte. Lo que es criticable es el desenfreno. La moderación y la mesura son virtudes de una persona íntegra (alguien íntegro es quien está entero por dentro). Sólo las personas íntegras reconocen la diferencia que existe entre el patriotismo y el fanatismo.

El Patriotismo no es sólo la identificación con unos valores con los cuales se tiene afinidad, sino también, el actuar respecto de esos valores.

"Bin" de Peter Griffin en publicdomainpictures.net.

Yo considero que es mucho más valorable y mucho más patriota una persona que, después de haber comido un alfajor, tira en el cesto de la basura el papelito o se hacer cargo de él ─si no lo encontrase─ para desecharlo en su casa. He ahí un acto de cariño hacia los otros, un acto invisible como el viento pero que se siente. He ahí un acto político de bien común.

Es cierto que para conocer a una persona uno puede ver lo que ésta dice, lo que ésta hace y su combinación. Sin embargo e igualmente, se puede conocer a las personas sólo por sus actos. Porque se puede estar hablando del respeto al prójimo y después actuar con violencia contra el primero que pase por la calle; porque se puede estar hablando de Jesús, de la libertad y demás, y después ser un intolerante cuando otro piensa distinto. Por eso no importa la ideología que se tenga, importa más qué es lo que hace uno con ella.

El verdadero Patriotismo es de aquél que se reconoce ciudadano del mundo, que se da cuenta de que lo que hace aquí y ahora afecta a los demás, de una u otra manera, y que pone en juego unos principios humanos para los suyos, para  los demás y para todo el barrio, buscando el bien común.

¡Saludos!

Crédito imágenes: Tony Blair, Tirar la basura,Fanatismo.