No existe "estar mal".

He dicho mil veces que "estaba mal". Estaba mal por una chica, porque no era correspondido en el love, estaba mal porque tenía el ánimo bajo, estaba mal porque tenía gripe y fiebre, estaba mal porque un familiar también lo estaba...uffff! he estado mal por variados motivos, justificados o no. Hasta que me di cuenta que eso no existe, que estar mal no existe.



Y lo pienso de la siguiente manera:

¿Qué significa estar mal?

Estar mal es el resultado de factores ─que son anteriores, pasados y antiguos─ que uno acomoda, consciente o inconscientemente, de tal modo que forma un vidrio desde donde ve cualquier realidad y, una realidad, desde donde vive un marco de sensaciones y pensamientos que sólo apuntan hacia la misma denominación, y significa que un sistema cuerpo-mente ha evaluado que no funciona óptimamente en un punto o en varios. Esos factores ─que son hechos filtrados por el Yo─ son acomodados de una manera absoluta y subjetiva en la que no hay discusión y pueden ser casi cualquier cosa nombrable, viniendo por separado o por combinación. "Estar mal" quiere significar no sentirse bien en el cuerpo pero también señala haber puesto unas apreciaciones en la mente para sentirse así.

La expresión "estar mal" alude al lado ético de las actuaciones humanas y a la apreciación de un funcionamiento no óptimo. En mi caso, estar mal ha significado experimentar una emoción previamente catalogada como negativa, como la tristeza o el enojo. Con un poco de observación de uno mismo cualquiera se puede dar cuenta que no hay nada negativo dentro de eso llamado mente, ni nada malo en una emoción o sentimiento que lleve hacia el lado incómodo de las cosas. Al fin y al cabo, uno etiqueta tales emociones de aquél modo sólo porque no aborda efectivamente la incomodidad que pudiera conllevar tenerlas.

El planteamiento de la no existencia de los efectos de decir que se está mal vino después de la muerte de mi padre. Uno ha sentido tristeza, ha extrañado eso que considera ahora fuera de este mundo, pero, de ninguna manera, ese decaimiento ha significado algo malo. Y todos esos sentimientos habían sido sentidos por mí en el pasado, y, sin embargo, mi mente ha acomodado eso como algo por lo menos no malo.

A estas alturas yo opto por saber que lo que menos existen son emociones negativas o malas porque las emociones no tienen ética ni ningún lineamiento en sí mismas que brinden a un sistema cuerpo-mente la pauta del mismísimo mal o del mismísimo bien. El Yo organiza las actuaciones de una emoción y, sólo por eso, las clasifica en intensidades, exceso, termino medio y el defecto, y, según un marco de control organizativo en una sociedad, juzga luego que se ha excedido en enojarse o ha pecado de debilidad por su baja expresión.

Por otro lado, existen emociones en el ámbito bajo ─que no negativo─ de la energía personal que igualmente sirven para realizar diferentes actividades. La melancolía, verbigracia, puede servir para la reflexión, la introspección, la poesía; la ira o el enojo, puede ser de utilidad para la motivación, las artes (como la pintura), las actividades físicas. Muchas veces he confundido "estar mal" con estar decaído, tener tristeza o estar enfermo. Y, quizás, para lo único que pudiera decir que estoy mal es para eso último: cuando no tengo salud en el cuerpo.

Así que aquí hay otra inexistencia más. No existe estar mal, nunca más...

Nota para mí: escribir sobre el triángulo de la imagen que no existe.

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Imagen
http://www.curiosidad.org/ilusiones-opticas/fotografiando-el-triangulo-que-no-existe/