Una visión psicológica acerca del Deseo




¿Qué es el deseo, desde el punto de vista psicológico, es decir, desde el punto de vista de la existencia de la llamada mente humana?

Uno entiende que la mente, tal como adviene al hombre y la mujer comunes* en cualquier parte del mundo, es el resultado secundario de un funcionamiento específico y general de los sentidos**. Los sentidos funcionan, conectan a una biología con el entorno y, después, confluyen en un punto que permite y hace posible a la mente. La base de la mente es todo el funcionamiento del cuerpo, con su cerebro, su sistema nervioso y su capacidad de percepción interna y externa. La mente de la que hablo aquí tiene un sustento en lo material.

En el transcurso de una vida humana, una persona que se investiga a sí misma suele llegar a conformar un modelo hipotético (que le permite hacer ciertas afirmaciones) llamado mente. Cuando una persona descubre que posee una mente, también descubre lo que hay dentro de esa mente (o empieza a generarse esos elementos que le llevarán tal descubrimiento): algo así como pensamientos, visiones, audiciones, imaginación y diferentes tipos de construcciones***, algunas más elaboradas, otras, no tanto, como los sueños, los recuerdos, las creencias, el consciente y el Inconsciente, o los deseos.

Mucho de todo lo que sucede dentro de la mente tiene como base el pensamiento, esa capacidad, por un lado, de transformar en símbolos y códigos los distintos elementos de un ambiente, y, por otro, de producir un tipo de creación que es distinta de lo extrictamente concreto, palpable. La matemática pudiera ser un ejemplo de lo último. Más allá de las perspectivas antropológicas en relación al raciocinio e intelecto humanos, para mí, una manera sencilla de ver el pensamiento es considerarlo como 'una oralidad en la mente', es decir, como una voz mental muy parecida a la comunicación en voz alta que se establece con cualquier persona. Esta oralidad sigue unos principios básicos que tienen, cuando hay salud relativa, un sentido especial, que se refleja muy bien en los distintos idiomas y que es: básicamente, la lógica detrás de expresiones del tipo "si el fuego quema, no me acercaré a él, porque el quemarme me causa dolor y el dolor físico, aversión (y tener aversión no me gusta)". Decidir no quemarse con fuego tiene un sentido y, casi todo el pensamiento que tiene un mínimo de salud, actúa igualmente. La Lógica, como disciplina, por ejemplo, lleva la consecución de este sentido especial a muchos grados de exactitud.



Entonces, el pensamiento como 'una voz en la mente' es uno de los personajes principales de la mente humana. En muchos casos, ya no sólo comunica una realidad determinada, sino que también produce algo así como 'realidades ficticias', esto es, construcciones, entidades, que sí tienen existencia, aunque sea en un ámbito mental, y que, por ello, influyen en el comportamiento y la perspectiva que se tenga de tan solo un momento, o de la globalidad de la vida. Una persona puede tener celos de otra, equivocadamente (sin que esta otra persona le haya dado motivmos ciertos) y obrar de acuerdo a estos celos; con su realidad ficticia como base, pensará y actuará y ejercitará influencia en su entorno. Habrá creado desde ahí una realidad, que no es tal, y transitará, por lo menos desde sus propios celos, muchos caminos falsos que sólo se desprenden de ellos. Esta realidad ficticia tiene entidad por lo que también se hace algo real, porque desde ella se actúa y se edifica. Claro está, si lo revisamos, no tiene un sustento de salud, en cuanto una realidad ficticia de este tipo no logra ese sentido especial que se mencionaba antes.

La producción de algo que no es ajustadamente 'real' puede ser en el orden de lo abstraco (de hecho, lo es), pero no por eso insano o ficticio. Los celos, además de ser ficticios, son también insanos. Las entidades que son espejismos son una frecuente cualidad del pensar. Como el pensamiento también tiene una capacidad de crear lo abstracto y no palpable por los sentidos externos, es en este punto en el que se debe obtener una claridad: el pensamiento abstracto tiene que ver pero es distinto del pensamiento ficticio. La matemática, como una creación abstracta, no tiene en su interior ninguna vinculación con lo insano, pero, la creación ficticia, sí que puede tenerla (y muchas veces la tiene).

Y aquí viene el tema del deseo. El deseo tiene claramente su origen en la continuidad de un tipo de pensamiento bien específico y se relaciona íntimamente con las necesidades físicas (comer, dormir, respirar, etc.). Tener hambre puede ser un requerimiento del cuerpo, pero se transforma en deseo sólo por la exclusividad del pensamiento. El deseo existe a raíz de conducir a esa voz en la mente, al pensamiento, por un rumbo determinado, y solamente en este rumbo es donde emerge el deseo. Desear está en el orden de una 'realidad ficticia' que es posible gracias a la capacidad mental de producir lo abstracto. Capacidad mental, claro está, que tiene como base principal el pensamiento, es decir, aquella 'oralidad en la mente'. "El pensamiento y la palabra son sinónimos" [1].

El deseo sucede en un segundo, o en dos, en un periodo cortísimo de tiempo, y tiene la cualidad de crear puntos de vista, pre-posturas ante la vida, más pensamiento, conceptos, enfoques, y, en fin, crear casi cualquier tipo de cuestiones, muchas veces tan fantasmales e invisibles como un estado de ánimo completo o una mínima sensación.

Por un lado, desear implica no vivir de manera generalizada en un presente (esto es, la actitud predominante es pensar en términos de pasado o futuro): cuando se desea se enfoca hacia lo que no se tiene y se enfoca concretamente hacia el futuro. Por otro lado, desear tiene una continuidad en una mente humana cultural común porque tambíen devuelve un grado de satisfacción, como un placebo que adelanta lo que se sentirá al conseguir el objeto de deseo (el auto, la casa, un novio, la salud, el amor, dinero, etc.). La mente dá continuidad a todo lo que le sirve, sin importar si es insano.

¿Y cuál es el rumbo que toma el pensamiento para que con él finalmente una persona tenga un deseo? El rumbo que toma el pensamiento es la desatención. Cuando el pensamiento empieza a construir realidades ficticias es porque la persona que lo tiene no tiene para consigo misma un nivel de atención de calidad. Las construcciones psíquicas más importantes están del lado del Inconsciente, del lado de todo aquello que no es prestado atención. El deseo es una realidad ficticia (en contraposición a una necesidad biológica) que se genera cuando una persona no se presta atención en grado sumo. En este sentido, también se puede decir que los sueños se producen porque una persona no se presta atención: cuando suceden cosas y no hay atención ahí, la mente las guarda en una especie de pared, luego, todo eso, tiene la semilla para crear símbolos que se trasladarán a los estados de consciencia que devienen con los sueños y el dormir. Todavía sin concluir, puedo decir que mientras más simbólico sea un sueño es porque menos atención se presta. En términos prácticos, no prestarse atención aquí significa confundir el cartel de señalización vial que dice 'Camino sinuoso' por la realidad misma que está detrás de él. Algo sutil, por cierto, y enteramente potente y existente.

El deseo puede producir bienestar (básicamente, fisiología) y más todavía si se lo cumple. Pero la persona que se conoce a sí misma sabe que, mientras su vida opere en el ámbito del deseo, siempre producirá más deseos, los cuales cumplirá algunos y que, siguiendo en el ciclo de la consecución de otros y así interminablemente deseando y consiguiendo lo que desea o no, siempre circulará por esos mismos ámbitos. El mecanismo que produce deseos no tiene parate y puede ser tan sutil que una persona puede llegar a desear no desear más, lo cual es seguir en el mismo circuito. Tener deseos es vivir en una gran burbuja, del que no hay indicios de salida, pero que es muy aceptada culturalmente. Una mente puede estar libre de todo círculo, incluso del deseo y de este mismo punto que habla acerca del deseo y de la libertad de todo círculo.

¿Por qué nace un deseo y por qué habría que hacerle caso? ¿Se puede lograr algo sin la intervención del deseo? ¿Es arbitrario el criterio por el cual un deseo tiene argumento en la mente? No es extraño pensar que  Voluntad y Deseo son sinónimos y que el Yo es el gran agente que subyace invisible. ¿Desear es no entender al Yo?

Las respuestas, en un próximo post. ¡Un saludo!




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*Comunes en un sentido no despectivo.
**Cuando hablamos de sentidos hablamos de la percepción a través del taco, el gusto, etc.
*** Defino construcción a todo ello que se pone (inventa, crea, produce, etcétera, a nivel mental) en un lugar en donde antes no había nada.
[1] "El pensamiento y la palabra son sinónimos". Ya lo había pensado y visto así, pero no expresado de ese modo hasta que lo leí de un usuario en Twitter hace unos meses. No recuerdo quién fue.
Imagen: http://www.taringa.net/posts/imagenes/11479728/Soy-un-Titulo-de-Post-Llamativo---_Frasinga_.html

Comentarios

•car- ha dicho que…
Siempre desearemos ya que somos sujetos del lenguaje y hay una falta que está en nosotros desde que somos lo que somos. Y esa falta dejará una sensación de vacío que debe de saciarse, y pululará de acá para allá sin nunca poder parar.


o algo así..
Nike ha dicho que…
¡Hola, •car.•°● ! Gracias por el comentario.

Yo trato de ser cauto a la hora de utilizar las palabras "siempre" y "nunca", porque comprenden mucho tiempo y algo sumamente tajante.
Respecto del futuro, uno dice que tal cosa puede ser así o asá, en relación al ser humano, pero teniendo presente que lo que dice es sólo un punto de vista y nada más.

No considero que un ser humano sea sujeto sólo del lenguaje. Para una persona es algo global que no se reduce a ninguna particular expresión. Utilizamos el lenguaje, los químicos del cuerpo, todo el ámbito que se desconoce, también todo lo que se conoce, el ambiente externo, lo que ha creado otro humano, etc. Pienso que somos algo global y la palabra, el pensamiento y el lenguaje es sólo una faceta de toda esa globalidad.

Un abrazo!!!
SVM ha dicho que…
Deseo es sufrimiento por no tener lo que se desea, cuando se obtiene el bienestar es de segundos, hasta quedar vuelves a desear y por lo tanto al círculo del sufrimiento. Si se vive el presente no se desea, vives en acción y realidad, pero escogemos desear porque eso nos ayuda a evadir esa misma realidad. Creemela que debe ser mejor, la juzgamos.

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