Es un misterio extrañar...
Extraño a mi padre. Todavía me palpita el ojo izquierdo, alguien me dice que es mi viejo, creo estar ausente de creer y de no creer en eso. Si existe el Cielo como me lo comentaban de niño, quisiera que ya esté ahí, tranquilo y en paz... Y lo extraño.
El extrañar no me viene en forma de pensamiento hablado, más bien me viene como en imágenes, pero no en imágenes dadas por la imaginación sino por la visión de las cosas a mi alrededor. Al parecer, son unas imágenes que me remontan a alguien no feliz (es lo que yo asocio subjetivamente y que más tiene que ver conmigo que con mi padre). Sacando que es mi padre quien ahora no esté y al quien le otorgo el mote de "no feliz", no resuelvo el hecho de que alguien querido no sea feliz.
No resuelvo el hecho de ver gente en las calles, sin casa, niños o cualquier persona que esté con dolor, no resuelvo lo que me provoco cuando observo en otro ser humano el sufrimiento.
He tenido que bajar intencionalmente mi empatía a niveles nulos. En estos días no me he puesto en el lugar de nadie, he estado más o menos en mi propio lugar. Más o menos inconmovible, inmutable, con el ánimo en alto, en el medio de un discurso propio potenciador, alentador, esperanzador...
Ahora mismo estoy en una habitación que está sucia (tiene mucho polvo) y está desordenada. Hay papeles que casi tengo acomodados sobre el escritorio, hay papeles en cajas, hay papales dentro de un mueble. Tengo la luz prendida y la puerta abierta, ella da hacia un patio que, cruzándolo, comunica con la casa en sí. A mi izquierda se observa una ventanita pequeña, casi a la altura del techo, era la habitación que solía hace un tiempo usar mi padre. En su marco posan libros que ahora reconozco en su mayoría por título o por autor, libros que siempre he visto que él tenía consigo.
Por algún sector del patio entra una música bailantera. Sonaba el Potro Rodrigo 'Cómo olvidarla' hace unos segundos. Con esa música me remonto a mis épocas de loco. He sido medianamente loco, lo justo para recordar anécdotas con mis amigos y tal vez contarles cosas a mis hijos o a mis nietos.
Hace calor, aunque se siente una brisa que quiere ser fresca. Hace ratito mi ojo derecho lagrimeó, me lo sequé rápidamente con la mano. Ahora mismísimo suena una canción con la que me recuerdo a mi último ser querido mujer:
"...Septiembre ha llegado otra vez
y yo no sé qué inventaré,
se vuelve tu perfume en mi ser
la nostalgia del ayer...";
Cada vez que escucho esa canción me la imagino bailando y yo tocando su cintura mientras regresa a mis brazos después de hacerle dar una vuelta, en medio de una danza que ahora es sueño pero que ha sido posible en su momento. Yo le beso los labios. Fin del imaginario.
Es casualidad que estemos cerca de Septiembre, pero...:
"...En septiembre tu fuiste mía
y ahora todo es melancolía.
Como engaño a mi corazón
si el no quiere olvidar tu amor.
Hoy Septiembre no es simplemente otro mes
sino todo lo que más amé...
hoy Septiembre no es poesía sin tu piel..."
Yo creo que la vida conmigo no ha sido justa. Sé perfectamente que es una garcha pensar así, pero es lo que me emerge en la cabeza. A ella y a mi viejo he podido disfrutarlos de mejor manera, pero no fue así. Cosas que tiene que ver conmigo y que no tienen que ver conmigo han pasado. Ojalá que la inteligencia que desarrollé tras esos asuntos me permitan elegir bien y actuar bien en los momentos que lo precisen.
El ánimo queda bajo después de ver la ropa de mi padre puesta sobre una silla. Y allí me vienen ganas de exteriorizar unos sentimientos. Se me frunce el ceño, hago unos movimientos con mis dientes, refuerzo mi mandíbula, respiro hondo. El asunto está en mi frente, en la nariz, se me entrecorta la respiración. Si fuera de madrugada podría dejar que fluya, pero dentro de un rato me viene a buscar un amigo de mi viejo. Existe una imagen detrás de las cosas que veo, una imagen específica.
Al parecer, con la ropa de mi viejo me creo una imagen que me remonta a que él no fue feliz. No sé por qué un pensamiento de no felicidad respecto de alguien me bajonea. No importa que justo ahora sea por mi padre. No sé.
Observo que no es una imagen en mi mente, o sea, no accedo a esos sentimientos con la imaginación como partícipe principal. Tampoco es un pensamiento elaborado. Es algo ya construido en mi mente que llega a la superficie de mi atención cuando miro su ropa. Y vuelve el asunto de un ser, al que amo, que no fue feliz.
Creo que le temo a la infelicidad. Cosa rara porque ya la sentí, digamos, no es gran cosa ser infeliz: sólo unos sentimientos que mantienen bajo el ánimo, unas tristezas, unos recuerdos..., la pasividad incómoda, un conformismo costumbroso. No hay peor cosa que alguien deprimido pero con fundamentos. Creo que le tengo miedo a la posibilidad de tener que volver a aprender con dolor y no desde el estar bien. Me resuena las palabras de mi padre: "Yo quería ser flauta y me di cuenta que sólo podía ser silbato, me queda entonces soplar como el mejor...".
¿Y si la vida me depara algo que mi voluntad no quiere? Y si después de eso yo no puedo hacer nada para doblegar mi destino?
Quiero ser feliz.
Cosa misteriosa el extrañar. ¡Te extraño, Nico!
El extrañar no me viene en forma de pensamiento hablado, más bien me viene como en imágenes, pero no en imágenes dadas por la imaginación sino por la visión de las cosas a mi alrededor. Al parecer, son unas imágenes que me remontan a alguien no feliz (es lo que yo asocio subjetivamente y que más tiene que ver conmigo que con mi padre). Sacando que es mi padre quien ahora no esté y al quien le otorgo el mote de "no feliz", no resuelvo el hecho de que alguien querido no sea feliz.
No resuelvo el hecho de ver gente en las calles, sin casa, niños o cualquier persona que esté con dolor, no resuelvo lo que me provoco cuando observo en otro ser humano el sufrimiento.
He tenido que bajar intencionalmente mi empatía a niveles nulos. En estos días no me he puesto en el lugar de nadie, he estado más o menos en mi propio lugar. Más o menos inconmovible, inmutable, con el ánimo en alto, en el medio de un discurso propio potenciador, alentador, esperanzador...
Ahora mismo estoy en una habitación que está sucia (tiene mucho polvo) y está desordenada. Hay papeles que casi tengo acomodados sobre el escritorio, hay papeles en cajas, hay papales dentro de un mueble. Tengo la luz prendida y la puerta abierta, ella da hacia un patio que, cruzándolo, comunica con la casa en sí. A mi izquierda se observa una ventanita pequeña, casi a la altura del techo, era la habitación que solía hace un tiempo usar mi padre. En su marco posan libros que ahora reconozco en su mayoría por título o por autor, libros que siempre he visto que él tenía consigo.
Por algún sector del patio entra una música bailantera. Sonaba el Potro Rodrigo 'Cómo olvidarla' hace unos segundos. Con esa música me remonto a mis épocas de loco. He sido medianamente loco, lo justo para recordar anécdotas con mis amigos y tal vez contarles cosas a mis hijos o a mis nietos.
Hace calor, aunque se siente una brisa que quiere ser fresca. Hace ratito mi ojo derecho lagrimeó, me lo sequé rápidamente con la mano. Ahora mismísimo suena una canción con la que me recuerdo a mi último ser querido mujer:
"...Septiembre ha llegado otra vez
y yo no sé qué inventaré,
se vuelve tu perfume en mi ser
la nostalgia del ayer...";
Cada vez que escucho esa canción me la imagino bailando y yo tocando su cintura mientras regresa a mis brazos después de hacerle dar una vuelta, en medio de una danza que ahora es sueño pero que ha sido posible en su momento. Yo le beso los labios. Fin del imaginario.
Es casualidad que estemos cerca de Septiembre, pero...:
"...En septiembre tu fuiste mía
y ahora todo es melancolía.
Como engaño a mi corazón
si el no quiere olvidar tu amor.
Hoy Septiembre no es simplemente otro mes
sino todo lo que más amé...
hoy Septiembre no es poesía sin tu piel..."
Yo creo que la vida conmigo no ha sido justa. Sé perfectamente que es una garcha pensar así, pero es lo que me emerge en la cabeza. A ella y a mi viejo he podido disfrutarlos de mejor manera, pero no fue así. Cosas que tiene que ver conmigo y que no tienen que ver conmigo han pasado. Ojalá que la inteligencia que desarrollé tras esos asuntos me permitan elegir bien y actuar bien en los momentos que lo precisen.
El ánimo queda bajo después de ver la ropa de mi padre puesta sobre una silla. Y allí me vienen ganas de exteriorizar unos sentimientos. Se me frunce el ceño, hago unos movimientos con mis dientes, refuerzo mi mandíbula, respiro hondo. El asunto está en mi frente, en la nariz, se me entrecorta la respiración. Si fuera de madrugada podría dejar que fluya, pero dentro de un rato me viene a buscar un amigo de mi viejo. Existe una imagen detrás de las cosas que veo, una imagen específica.
Al parecer, con la ropa de mi viejo me creo una imagen que me remonta a que él no fue feliz. No sé por qué un pensamiento de no felicidad respecto de alguien me bajonea. No importa que justo ahora sea por mi padre. No sé.
Observo que no es una imagen en mi mente, o sea, no accedo a esos sentimientos con la imaginación como partícipe principal. Tampoco es un pensamiento elaborado. Es algo ya construido en mi mente que llega a la superficie de mi atención cuando miro su ropa. Y vuelve el asunto de un ser, al que amo, que no fue feliz.
Creo que le temo a la infelicidad. Cosa rara porque ya la sentí, digamos, no es gran cosa ser infeliz: sólo unos sentimientos que mantienen bajo el ánimo, unas tristezas, unos recuerdos..., la pasividad incómoda, un conformismo costumbroso. No hay peor cosa que alguien deprimido pero con fundamentos. Creo que le tengo miedo a la posibilidad de tener que volver a aprender con dolor y no desde el estar bien. Me resuena las palabras de mi padre: "Yo quería ser flauta y me di cuenta que sólo podía ser silbato, me queda entonces soplar como el mejor...".
¿Y si la vida me depara algo que mi voluntad no quiere? Y si después de eso yo no puedo hacer nada para doblegar mi destino?
Quiero ser feliz.
Cosa misteriosa el extrañar. ¡Te extraño, Nico!
Comentarios
Claro que puedes ser feliz... ¡Te quiero! ;-D
un beso y quiero que sepas que te he extrañado..de vez en cuando me doy sus vueltas, no?? ;-)
"Morir es un arte. Es un arte porque tiene propósito, o sea, no tiene un objetivo práctico. No hay en ello nada que tenga un valor mundano para nadie.
Naturalmente, los vivos no pueden percibir el propósito de la muerte, pero los que se están muriendo, en algún momento lo perciben, sólo que entonces es demasiado tarde para que ellos vuelvan y nos digan cuál es. Me gustaría decirte el propósito de la muerte y, para concluir, transmitirte el arte de morir.
El propósito de la muerte es que la humanidad como un todo construya un puente de amor o conciencia entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Todos cruzan al morir. La mayoría lo hace inconscientemente, al igual que los animales y el resto de las especies. Pero el arte es que el individuo, hombre o mujer, cruce conscientemente, o sea, permaneciendo consciente a lo largo de todo el proceso de morir.
En la medida en que una persona es capaz de hacer esto, ayuda a construir el puente con su propio amor y conciencia. Morir totalmente consciente, esto es en estado de amor inmortal o de completa comprensión de la muerte y su propósito, es volverse para otros un cruce entre los dos mundos dentro del puente mismo. Cristo hizo esto y, desde entonces, otros lo han hecho, pero el puente es aún oscuro y tenue si tratamos de cruzarlo solos. En lo posible deberíamos cruzarlo solos, sin sostenernos de la conciencia de otro. Pero si para mantenernos libres de miedo y conscientes tenemos que invocar a Cristo, a Dios o al amor de otros que lo han hecho, ese amor y conciencia estarán allí. Es mejor permanecer conscientes en tal amor que irnos solos e inconscientes. Entonces, en la medida en que hayamos ido y amado, habremos ayudado a construir el puente de amor para otros que sigan y nuestra vida, recién terminada en lo que a los otros o al bien común concierne, habrá sido así de
valiosa y llena de propósito.
El miedo nos impide morir conscientemente. Le tenemos miedo a aquello que no entendemos. Confío en que esta última hora te ha ayudado a entender más y a temer menos la muerte. Pero, por favor, no seas complaciente, está viniendo y no estás listo.
Barry Long "
Un abrazo y un beso
Ali
Carpe Diem
Un saludo.
De tu post, sólo puedo decirte que no sé qué decirte y lo que haría si estuviera a tu lado es darte un gran ABRAZO.
Ánimo.
Yo pasé por esto a mis quince años y creéme, siempre le extrañarás pero el tiempo pasa y adormece el dolor y también piensas que lo mejor que puedes hacer en su honor es ser feliz, aunque al principio cueste y no creas que lo vas a conseguir, no es así, estás lleno de vida, quieras o no.
Eres inteligente y ¿Si la vida te depara algo que tu voluntad no quiera? sabrás usarlo para tu bien, no te doblegues a tu destino, el destino casi siempre está en nuestras manos, y siempre queda aquello de darle una patada y a "otra cosa mariposa".
Para allá va un gran y fuerte abrazo.
Cuídate.
Alimontero: ¡Graciassssssssssssssss por pasar y por tus comentarios y por el hermoso texto! Todo me sirve para comprender las cosas que vivo. Quiero tener el arte de vivir y de bien morir. Nunca vi la noción de que morir sea un arte. ¡Muy bueno! Graciass!!!!!!!!!!!!
Mery: ¡Gracias por pasarrrrrr cheeee! No sabés cuánto impacto me genero con tu frase "ya pasé yo por eso hace años, y todo regresa a su lugar". Confío en que mis cosas actúen de la misma forma. ¡Un abrazo!
Cosechaldel66.es: Lo tomo así, compañero. Un silencio abrazador desde el otro lado del charco. La soledad y la compañía son cosas con las que me he sentido relativamente bien. Acá, yo, no estoy solo. Muchas graciasssssssss!!!
manly: ¡Mucha fuerza, campeón! Te transmito desde acá todas mis esperanzas y mis cosas llenas de eso que siento cuando miro el cielo. Sólo por elección personal adhiero a que el asunto de la vida no se termina aquí. Un abrazo!!!
Juanjo: Capoooooooooo, recibo el abrazo, muchas graciassssssssssss!!!!!!!
Jajajja, si cuando en la "vida real" uno se va de vacaciones a otro lado que no sea la casa, en el mundo de Internet ¿te vas a otro blog a escribir????? 0.0
Jejeje saludos amigo!!!
Eddaaaaaaaaaaaaaaa: Gracias amigaaaa, muchísimas graciassssssssss. Muchas gracias también por tu predisposición, cuando lo requiera a tus literarios brazos =)
Ojalá sea como vos lo dijiste, que si existe el destino y no es favorable con mi voluntad yo sepa utilizarlo para mi bien.
Vino perfectamente un gran abrazo desde ahí en donde estás.
Ahora mismo marcha otro grandote abrazo!!!!!!
Yuli: ¡Ay, pero qué linda e informática que es mi Yuli! Jajaja, desde hace un tiempo que ya recontra sabés poner un nick en el comentario :*********
Siiiii, mi teléfono está maldecido por la tierra y el polvo de Santiago jajaa.
Muchísimas gracias, princesa, te he extrañado sobremanera (o sea, un montón!!!!!)
Muchos besos!!!