¡No hagas caso del burdo Romanticismo!

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Crédito imagen: Jon Sullivan



¡No hagas caso del burdo romanticismo




Muchas veces cuando conversamos con algunas chicas nos encontramos con que a ellas les gustaría que un hombre sea fiel, sensible, sincero, romántico, etc. Lo típico. Para las tres primeras características ─y a modo de broma─ muchos de nosotros les podríamos decir que se compren, alquilen o permuten un perro...; pero, para la cuarta característica, ya tiene que haber un hombre y no podemos derivar ésta hacia algún animalito lindo.

Es posible también que por ahí te topes con una mujer que crea que sos romántico sólo porque te agradan las canciones de Arjona o los temas de Chayanne. Más raro aún (aunque no tanto), que te 'confundan' con alguien romántico sólo por mirarte las novelas 'María la del barrio', 'Pasión de gavilanes' u otra tildada de romanticona por ahí (como las típicas que hacía Natalia Oreiro: la sirvienta pobre que se enamora del dueño joven de la mansión en donde trabaja y que termina siendo la trisnieta de un pariente del verdulero que se ganó el Quini 6 varios años atrás y que compró esa mansión en la que, justamente, ahora está trabajando).

El objetivo de esta entrada es demostrar que la mayoría de las veces nuestra idea de lo romántico, impuesta por lo que vemos en la tele -y otras tantas veces- por lo que escuchamos en la radio o leemos en las revistas, es errónea e inadecuada, en el mejor de los casos, o contraria a lo que yo pienso es el verdadero romanticismo, si es que existiese...
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NOTA:
- Más allá de mi perspectiva de hombre, este texto puede ser, tranquilamente, unisex :P .
- Mi texto no quiere ser gracioso, aunque, por ahí, se utilice el recurso humorístico : | .
- No deseo ser objetivo. Este artículo tendrá el defecto -y por sobre todo la virtud- de ser absolutamente subjetivo &_& .

Romance

Para mí, el romance es un modo de llevar el cariño hacia otra persona (en mi caso, hacia una chica). Los modos y las maneras tienen que ver con la personalidad de cada persona; así, uno podría abordar cualquier cosa enérgicamente o con suavidad y es, justamente, la intensidad, la suavidad o la mesura, un modo de hacer algo.

La creatividad en el modo de expresar el cariño tiene mucho que ver con el romanticismo, pues, al parecer, el romanticismo se relaciona con algo dinámico y no pasivo. Yo creo que si existiese el verdadero romanticismo reflejaría los mismos patrones que lo creativo. Así pues, el romanticismo para mí es un modo dinámico de expresión de cariño.

El romanticismo también es intimidad. Es decir, en el romance dos personas saben que algo les está tocando, porque la intimidad es tocar y acariciar los adentros, metafóricamente hablando. Además, pienso que el genuino romanticismo existe más allá de las distancias: uno puede ser romántico a muchos kilómetros o a medio metro. El romanticismo es una expresión dinámica de cariño que busca la intimidad tocando los adentros, aunque se esté cerca o aunque se esté lejos. Asimismo, el romanticismo sólo se servirá de la intimidad cuando haya más de una persona, pues, la intimidad, sólo es en relación a otro ser humano. El romance individual es cuando menos un contrasentido.

La forma más fácil de romanticismo: el ramo de flores, la expresión de la palabrita amor, los bombones.
Imágenes sacadas por separado: Ramo de flores, Corazón, Love



Romanticismo

Toda expresión es un reflejo de libertad, desde un estornudo hasta la Mona Lisa; si no existiese libertad o la posibilidad de realizar o expresar algo, se podría hacer muy poco o no se podría hacer nada. El romanticismo es un modo de expresar algo y, por ello, no puede estar sujeto a nada, porque, como toda expresión, de la libertad nace y con la misma libertad se hace. Un romanticismo no puede expresar nada que tenga que ver con la sujeción, el encierro o la dependencia (y que lo exprese es también otro contrasentido: es como si teniendo libertad para hablar, se esté 'hablando' acerca de que no hablen los demás). Cualquier contenido es inadecuado o erróneo cuando se contradice con la forma misma que posibilitó a ese mismísimo contenido emerger.

Una expresión de romanticismo que contenga la semilla de la dependencia, la necesidad, la insistencia ─o cualquier otro concepto relacionado con alguna carencia─ es tema frecuente en las canciones que escuchamos y creemos románticas y de las cuales hablaré más abajo. De igual modo, el romanticismo del que yo creo, no tiene nada que ver con la necesidad hacia la otra persona, el amor sin conocimiento, la pareja perfecta o media naranja, la insistencia en el sentimiento cuando no se es correspondido, etcétera. Sin embargo, muchas de las canciones que consideramos románticas tienen en su contenido el aliento de estos conceptos y ponen su eje en el burdo y superficial romanticismo.

El Romanticismo según lo que escuchamos

Tomaré como ejemplo algunas canciones conocidas, como 'Lo dejaría todo' de Chayanne, e iré señalando aquellas expresiones del falso romanticismo.


LA MEDIA NARANJA. DEPENDENCIA


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Lo dejaría todo - Chayanne (extractos):

He intentado casi todo para convencerte/ Mientras el mundo se derrumba todo aquí a mis pies.
Mientras aprendo de esta soledad que desconozco/ Me vuelvo a preguntar quizás si sobreviviré;
Porque sin tí me queda la conciencia helada y vacía/ Porque sin tí me he dado cuenta amor que no renaceré;
Porque he ido más allá del límite de la desolación/ Mi cuerpo, mi mente y mi alma ya no tienen conexión
Y te juro que...

Porque sin tí me queda la conciencia helada y vacía/ Porque sin tí me he dado cuenta amor que no renaceré. La idea que uno es completo (o se completa) cuando está la persona amada es muy conocida. Puede que la hayas escuchado con la frase de la media naranja. Sin dudas, 'parece' muy romántico el decirle a una chica princesa, sin vos no soy nada. Pero no lo es. Nadie regala una flor desde un jardín sin flores porque para que el regalo exista debe haber algo desde donde sacarlo y así poder entregarlo. Un jardín vacío es la metáfora más recurrente que como símbolo se esconde detrás del sin vos no soy nada.

Por otro lado, el amor
y los sentimientos que tengan que ver con él no funciona con la dependencia porque el amor es algo sumamente libre, dinámico, activo y actuante: y la dependencia es algo atado, anclado, pasivo e inmóvil. La expresión es un movimiento de adentro hacia afuera y la dependencia es todo lo contrario a un movimiento: es estancamiento. La expresión sin vos no soy nada es una muestra de dependencia y decirlo equivale a otorgarle a otra persona la posibilidad de la valoración de uno mismo; quizás, el poder más sano e importante que una persona puede ejercer para consigo misma. De igual modo, además de que la dependencia es incompatible con el principio del amor (la libertad), por su calidad de anclaje, no permite ningún movimiento genuino de expresión: no permite el amor, no permite el romance.


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La media naranja es más un ideal que una realidad.
Imagen tomada de AQUÍ


Cuando uno cree que no es nada y empieza a ser algo por la valoración que recibe de la persona amada, además de golpear a la puertita de la dependencia, se le mete una tremenda patada a la premisa que comenta que la valoración más importante es la que proviene de uno mismo. Esto es el autoestima que los libros de autoauyda muchas veces comentan. Un pintor no es pintor porque le hayan comprado una pintura, lo es mucho antes, tal vez en un momento cercano a su primera pincelada.


Aquella expresión sin vos no soy nada─ deja entender que, por el hecho de que a uno lo busquen para ser algo, se es bueno, pero ¿qué pasaría si siendo ya algo se intentase expresar cariño a la persona amada? La expresión sin vos no soy nada se debilita cuando una persona que ya es algo se acerca a otra que también ya está siendo.
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¿Somos lo que consumimos? No hay romanticismo cuando se expresa una alienación.
Crédito imagen: Darwin Nuñez



ALIENACIÓN 1

Sigo con la canción de 'Lo dejaría todo' de Chayanne, pero ahora con el estribillo -quizás la parte más conocida-:


Lo dejaría todo porque te quedaras/ Mi credo, mi pasado, mi religión;
Después de todo estás rompiendo nuestros lazos/ Y dejas en pedazos este corazón.
Mi piel también la dejaría, mi nombre, mi fuerza hasta mí propia vida.
Y qué más dá perder si te llevas del todo mi fe
Qué no dejaría...

Después de todo estás rompiendo nuestros lazos/ Y dejas en pedazos este corazón: Me interesa más la segunda expresión.


La alienación es, básicamente, poner en otro el poder de una cosa, desde un objeto (como podría ser una casa) hasta un sentimiento o un pensamiento (como el amor o los prejuicios). La idea de que el otro es responsable por lo que uno mismo siente es también una idea muy difundida. Parecen muy románticas las expresiones como me vuelves loco, me hiciste tocar el cielo.

Uno puede sentir muchas cosas cuando está con la chica deseada (o con el chico deseado), pero debemos saber y recordar que lo que uno siente de la piel para adentro es propiedad de uno mismo: uno mismo es el dueño de sus pensamientos y de lo que piensa, de sus sentimientos y de lo que siente.

El romanticismo es una expresión, la expresión es una respuesta, y responder es poder. Ni en el sentido de los poderes de Superman ni de los súper-poderes a Cavallo o al Jefe de Gabinete, no. Hablo de poder en el sentido de tener la capacidad para dar una respuesta. Cuando uno sabe que puede responder, sabe que puede elegir qué responder. Eso es responsabilidad. Nadie es más responsable que uno de lo que uno mismo piensa y siente: mis pensamientos y sentimientos son actos de mí mismo

Así pues, el romanticismo no es expresar o señalar el poder del otro de volverme loco o de hacerme tocar el cielo. Y aquí volvemos a que el romanticismo es un símbolo que se baña de libertad; y libertad es poder, es poder elegir. Nada tiene que ver el romanticismo con que a uno le hagan sentir algo sin elección.

Yo me vuelvo loco con vos o yo toco el cielo con vos son expresiones de libertad y de elección y es un romanticismo revolucionario e infrecuente; sin embargo, Chayanne no incluye estas ideas en sus canciones: "...Y qué más dá perder si te llevas del todo mi fe...", la alienación está una y otra vez en esta canción. Hay una gran diferencia entre 'yo me vuelvo loco con vos' y ' vos me vuelves loco': la primera frase implica una elección, la segunda, un padecimiento...




La necesidad es un concepto orgánico y mi opinión dice que su uso es inadecuado en psicología.


ALIENACIÓN 2. LA NECESIDAD DEL OTRO.
LA INSISTENCIA U OBSESIÓN. LA SOLEDAD COMO ALGO ROMÁNTICO:
la tristeza o la melancolía como símbolo del amor.
VIVIR EN EL PASADO.

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Llegó el turno de mi amigo Arjona:


Realmente no estoy tan solo - Ricardo Arjona (extractos):

Me tomo un café con tu ausencia/ Y le enciendo un cigarro a la nostalgia.
Le doy un beso en el cuello/ A tu espacio vacío.
Me juego un ajedrez con tu historia/ Y le acaricio la espalda a la memoria
Seduciendo al par de zapatos azules/ Que olvidaste
Y charlo de política/ Con tu cepillo de dientes
Con visión tan analítica/ Como cuando te arrepientes.
Realmente no estoy tan solo/ Quién te dijo que te fuiste
Si aún te encuentro cocinando/ Algún recuerdo en la cocina
O en la sombra que dibuja la cortina
Realmente no estoy tan solo/ Quién te dijo que te fuiste
Si uno no está donde el cuerpo/ Sino donde más lo extrañan
Y aquí se te extraña tanto...

Toda la canción habla de lo mismo: La necesidad de otra persona, vivir en el pasado en base a los recuerdos, la insistencia en el sentimiento cuando no se es correspondido ¡todo negativo!


Para mí el romanticismo como expresión íntima del cariño es de a dos (o de más de dos para los más liberales :P) y no de a uno. ¡No existe serenata sin la chica arriba, en el balcón! El romanticismo para que exista debe llegar a destino; una carta guardada en un cajón no sirve de nada. No se puede ser romántico solo, en la individualidad de una habitación. Eso es un montón de cosas pero no romanticismo,. Desde mi punto de vista la intimidad es cuando se acaricia los adentros pero de otra persona: uno mismo y su súper poema es algo bien encaminado, pero no romántico ni romanticismo.

No obstante, en esta canción, el punto central ─además de que algunos piensan erróneamente que en la soledad existe romance─ es la idea de poner a una persona como símbolo de la necesidad que uno tiene. De ninguna manera el romanticismo expresará las carencias, es como pretender dar agua desde una botella vacía. Si el romanticismo es una ex-presión (presionar desde adentro hacia afuera) debe haber algo que emerja ─susceptible de ser presionado─...es infantil pensar que decir que 'soy nada' o 'soy poca cosa sin vos' es algo romántico.

Trasladar el concepto de necesidad a la relaciones afectivas y a toda la sociedad es algo inadecuado. La necesidad es un concepto orgánico. Uno necesita del aire porque sin aire no se puede vivir; también se necesita del agua porque sin ella tampoco se puede sobrevivir, pero uno no lo necesita psicológicamente sino orgánicamente. Las necesidades del organismo están desde que somos humanos. La única forma de no tener necesidad es la de estar completos respecto de lo que se necesita, porque la necesidad es un faltante, una carencia. Si no necesitase comer soy completo respecto del hambre; si no necesitase dormir soy completo respecto del sueño. Pero eso no existe: todos necesitamos comer, dormir, beber agua...

Necesitar a otra persona es creer que con ella uno se completa, es de nuevo el mito de la media naranja. Una persona que necesita de otra está confundida puesto que pone la posibilidad de completarse en manos de otra persona (en vez de en sí misma), además de que utiliza un término de la biología para expresar algo de la psicología (lo cual demuestra inexactitud). Si yo necesito de otra persona para sentirme bien, completo, en equilibrio, etc., estoy poniendo en esa otra persona la posibilidad de sentirme así; en otras palabras: estoy otorgando poder a otro, y lo que es peor aún, regalo toda o una parte de mi libertad. Si alguien se suicidase ─porque no podría vivir sin la otra persona─ terminará con su vida haciendo responsable a otro de la muerte que él mismo cometió, terminará con su vida siendo un inmaduro. Y éste es el verdadero trasfondo: la inmadurez. Vivir en el pasado es propio de una persona que todavía no ha madurado, y es más complejo aún cuando se vive en el pasado sin que éste enseñe algo.

Suponer que el romanticismo es expresar dependencias, carencias o necesidades y que algo bueno puede llegar a salir de estar mirando constantemente lo que no pudo ser o no es más, sólo demuestra que, para llegar a la expresión genuina de lo que yo pienso es el romanticismo, falta un trecho que debe ser caminado.

Del mismo modo, la manifestación de la tristeza o la melancolía como símbolo del cariño por el otro no se acerca al legítimo romanticismo. Yo supongo para esto que el amor tiene mucho que ver con la alegría y que, cualquier persona que sufre por amor, no ha llegado a la cima de lo que este ideal y sentimiento puede ofrecer. "Si la felicidad es la menta, la risa es el camino". Me gusta pensar que el romanticismo ─así como todo el amor─ pone su acento en el dar más que en el recibir, y en las cosas que tienen que ver con la sonrisa más que con la seriedad o el llanto. Para mí, la nostalgia y la melancolía son estados de ánimos en los que es posible encontrar inspiración sólo cuando se ha visto y acentuado, consciente o inconscientemente, la cara negativa del amor, o sea, el desamor.


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Ilustración de Los Tres Monos por Jaime B - "Quien no experimenta, no conoce".
Imagen tomada de AQUÍ


AMOR SIN CONOCIMIENTO

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Te amo - Franco Ve Vita (extracto):

"...Te amo
desde el primer momento en que te vi
y hace tiempo te buscaba
y ya te imaginaba así..."

No existe el amor si no se conoce a la otra persona.

Quizás esto sea una de las inconsistencias del Catolicismo ─o tal vez de su catequesis─ cuando enseñan a los niños y jóvenes a que se debe amar a un ente superior de quien aún no se sabe nada. No se enseña el amor sino que lo que se enseña es que se debe amar.

Los sentimientos nacen de los pensamientos. Nunca la tristeza viene de la nada pues siempre necesita de un pensamiento que la haga emerger. El ejemplo más fácil de dar es el de la muerte de algún ser querido. Resulta que si uno no sabe que hoy murió un ser querido, simplemente, no va a sentir la tristeza ni la pérdida. La tristeza viene recién después de que a uno le cuentan la noticia o después de que se haya enterado por sí mismo. Pero no antes. Igualmente, la muerte de alguien, en sí misma, tampoco es causante del devenir de la tristeza; lo que la causa es justamente lo que se piensa de la muerte. Y es, precisamente, lo que nosotros pensamos de las cosas que nos suceden de donde provienen los buenos o malos sentimientos.

Bajando un poco a la relaciones humanas de todos los días, no se puede querer a alguien que no se conoce; quien así lo piense está confundido puesto que si cree que se está amando a una persona desde el primer momento, lo que realmente está sucediendo es que siente algo pero sólo relacionado con una idea o imagen previa. La otra persona estará parada en frente de uno y nosotros nos vincularemos más con nuestra idea de aquella persona que con lo que esa persona verdaderamente es.


Me agradó esta imagen como ilustración del Preconcepto.
Crédito imagen: René Magritte

Todo lo anterior se explica porque existen al menos dos componentes que tienen que ver con el llamado amor a primera vista: Los preconceptos y la química.

Los preconceptos tienen que ver con pensamientos fijos que se tienen de alguna manera antes de cualquier cosa: como una persona, un acontecimiento, etc.. Un preconcepto común es juzgar a las personas por su manera de vestir; por ejemplo, si se te presentan dos abogados para ayudarte legalmente, uno vestido de traje y con su auto nuevo en la puerta de tu casa, y otro vestido con vaquero y camisa con su ciclomotor en la vereda, seguramente puede que pienses que el primero le va bien porque es un buen abogado, y que el segundo no tiene talento porque si lo tuviese ya habría cambiado su Zanella. El preconcepto elegirá al abogado bien vestido y con auto nuevo porque presupone que es exitoso. Son, indudablemente, burdos y comunes preconceptos.

En cuanto a la química yo creo que ella sí existe entre dos personas. Uno por ahí se encuentra con alguna chica que coincide de entrada con algunos puntos de vista y que se ríe genuinamente de los chistes que se cuentan. Es tal vez la química una cierta forma de afinidad. Cuando una persona engloba a otra bajo los pensamientos de química o afinidad genera un buen estado de ánimo que suele confundirse con el sentimiento del amor. Esta persona volverá a su casa y se dará manija pensando en lo bella que es aquella chica, en lo lindo que se ríe, en que le queda bien el color blanco, etc.; confundirá sólo un buen momento con el enamoramiento ─o con el amor mismo─ y a esto le dirá amor a primera vista.

El amor sin conocimiento no existe porque realmente el amor es conocimiento. Cuando uno va a una heladería no descarta el helado de dulce de leche como feo sin haberlo probado. Sólo después de haberlo probado decidirá pedirlo (si es que el sabor agradó). Los agrados y desagrados nacen de las pruebas, exámenes, experiencias y esto no es otra cosa más que conocimiento. Cuando se experimenta con algo se genera un saber.

Lo mismo pasa con el odio. Uno odia sólo aquello que conoce, lo que no se conoce no genera absolutamente ningún sentimiento. Así pues uno puede involucrar un sentimiento respecto de alguien o algo que ya se está conociendo: las cadenitas de oro en las vidrieras no significan nada; sólo después de que la primera persona las ha comprado y junto a las experiencias que pueda haber tenido y relacione con esa cadenita, el objeto mismo cobrará valor. Así, la abuelita pasará a su nieta una cadenita de $2 (dos pesos) de un bajo precio pero con un inmenso valor. Y este valor sólo será porque quien portó por primera vez esa cadena ha vivido las experiencias suficientes para generar cierto sentimiento hacia ella: cualquier sentimiento -como el amor- nace del conocimiento. Y no al revés.
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Ninguna persona es un producto o una posesión.
Imagen tomada de este Artículo


LA PERSONA COMO UNA POSESIÓN

Para este tema, dos canciones: una, de Alejandrito Sanz y otra, de Ricardo Montaner.
Eres mía - Alejandro Sanz (extracto):

"...Y te quiero mía, profundamente mía,
Aunque sea en esta calle sin salida.
Siempre tan mía, intensamente mía,
Aunque sé que es una locura que no lía,
ir los dos juntos por la vida,
contra el resto del mundo...".


Soy tuyo - Ricardo Montaner (extracto):

"...Soy tuyo, soy tuyo
como tuyos solamente mis caminos
como tuya es la escalera a mi delirio
Soy tuyo, soy tuyo
Como tuyo es el silencio que me duele
como tuyo es este fuego aunque me queme...".

Cuando alguien desea poseer a una persona o la poseé o quiere ser poseído reduce un ser humano a un objeto. Sólo las cosas* son poseídas, como esta piedra o este vaso en mis manos.


Poseer un objeto es tomarlo entre las manos, incorporarlo a uno de manera que se pueda disponer de él, voluntariamente. Poseer una cosa exige control, y algo poseído va perdiendo las posibilidades del azar y la libertad de acción..., la libertad. Si hablamos de un ser humano, la libertad, cobra una importancia enorme; si hablamos de un objeto cualquiera, como una plancha, la libertad, no es tan importante. Todo aquello que ha sido controlado ha perdido también su intrínseca posibilidad de azar, de libertad.

Un persona insegura desea el control, no obstante a una persona con seguridad, ni le importa. Cualquiera que revise bien se dará cuenta que los celos mucho tienen que ver con pensar a la persona celada como a un objeto.

La cuestión de poseer las cosas puede que se remonte al sistema capitalista en donde la propiedad privada es uno de sus pilares. Puede también que se remonte, genuinamente, a sólo algo de la mente del ser humano: nuestros ancestros pudieron necesitar del control para no ser comidos por el león de turno.

Respecto del romanticismo, desear que una persona sea de uno o nosotros de ella, forma otro gran contrasentido para mí. Si el romanticismo habla del romance y el romance exalta los valores de la parte buena de la humanidad, la posesión y los objetos, no son importantes. Si los valores del romanticismo se relacionan con expresiones que se vinculan con el amor, la posesión y los objetos, dejan otra vez de ser importantes. Considerar como proveniente del romanticismo expresiones como 'ay Marcela, ayer Juancito me dijo que yo sólo era de él' es, como mínimo, algo sumamente inadecuado, perfectamente inmaduro, amistosamente cotidiano.

Muchas veces nos ponemos celosos porque pensamos que cierta persona debería estar haciendo lo que nosotros quisiéramos que haga: Luciana debe pedirme permiso para salir con sus amigas o amigos, Roberto no debe abrazar así a sus 'amigas', mi jefe no debería valorar así el trabajo de Gustavo. Cuando los celos son de esta manera provienen de una inseguridad ¡y no hay cosa más segura que algo controlado por uno mismo!

Así pues, confundir a una persona con una cosa, desde el punto de vista de querer poseerla, no habla de nada bueno, por el contrario, sólo dice que falta un trecho aún más larguito para llegar al romanticismo.
Amigos/as ¡No hagan caso del burdo romanticismo!
Jejeje ¡saludos!

* Para que se me entienda lo que quiero decir y sólo por este texto, no consideraré a un ser humano con una cosa, pero bien podríamos ser una cosa o un algo en este basto basto universo.

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FUENTE: Artículo propio.
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Comentarios

Rovi ha dicho que…
Me quedo re claro todo lo que no es romantico para vos... pero que si es? tira un ejemplo?!!

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