Salir del cuerpo - Sobre mis Desdoblamientos

Círculo-abstracto. De Akrodym (Pixabay.com)

Esta serie de textos es el primer intento de registrar lo que me pasa desde hace unos 8 o 9 años. Podría ponerle diversos nombres: viaje o sueño astral, sueño lúcido, estado no ordinario de conciencia, ensoñación, etc. Para mi comodidad, le llamo Desdoblamiento o Experiencias-fuera-del-cuerpo (Out-body-experiences u OBE en inglés). Dentro de lo posible, no quiero hacer afirmaciones extravagantes porque no suelo adherir al uso que hace de algunos términos el llamado movimiento New Age. 

Esta es la segunda entrada sobre el tema. Para leer las otras relacionadas, seguir los vínculos siguientes:


Salir del cuerpo

Y salí del cuerpo. Recuerdo esta percepción de salir del cuerpo como algo desordenado ─no me refiero a mi percepción sino a la experiencia misma─: yo salía todo dado vueltas o hecho un bollo, o mirando para abajo o para arriba, moviéndome de costado, hacia atrás, o hacia arriba o abajo. Muy pero muy incómodo y desordenado; mis salidas del cuerpo eran muy caóticas. A veces me paseaba boca abajo (que era la postura en la que me había dormido) por toda la casa. Si al lado de mi cama había una pared a la que se podía tocar, yo, boca abajo y en la exacta postura con la que dejaba la cama, traspasaba la pared y me iba a la habitación siguiente (que generalmente era una casa que no era mía). Algunas veces iba con cierta rapidez hacia una pared y como no deseaba lastimarme, golpearme contra ella, por lo que me asustaba bastante: o me pegaba un trancazo (similar a un golpe) y no podía traspasar, o traspasaba la pared viendo sus tramos internos como poros. Todo esto sucedía en la postura boca abajo; incomodísimo, porque no podía doblar la cabeza ni estirar la mano, ni ver más allá que el piso o más allá de los lugares donde apuntaban mis ojos.

Cada vez que experimentaba salir del cuerpo sentía siempre una especie de succión aplicada con frecuencia al sentido opuesto hacia donde quería movilizarme. Si yo quería mover mi mano hacia la derecha, la fuerza esta me chupaba hacia la izquierda. Lo mismo me pasaba en todo el cuerpo: esta sensación de succión sin ser succionado me acompañaba en casi todo el Desdoblamiento. Una sola vez (aunque creo que fueron dos) vi un algo que salía de la zona entre mi pecho y estómago:

Mientras escribo me doy cuenta que esto fue en el periodo 1998-99. Yo vivía en la calle C., en una casa con tres habitaciones y un patio. Mi cuarto daba hacia el comedor y era la única habitación con dos ventanas. Según la orientación de mi cama, hacia adelante, había la única pared de madera que separaba mi cuarto del comedor. El día que por primera vez vi algo salir de la zona de mi pecho/estómago fue estando justamente medio atravesado en esa pared de madera. Yo estaba casi tocando el techo de casa con mi cabeza. Me acuerdo que estaba doblado. No sé si moviendo la cabeza ─o como fuere que lo haya hecho─ observé que desde mí salía un hilo y que se extendía hasta el frente y hacia abajo de donde me encontraba, formando una "panza" como las que se forman cuando uno da mucha tanza a un barrilete. De algún modo tengo el recuerdo de la sensación de haber estado en los dos extremos de ese hilo.


Tuve cientos y cientos de Experiencias-fuera-del-cuerpo y casi nunca me vi a mí mismo (una o dos veces, en situaciones extrañas) y también sólo una o dos veces vi algo salir de mi cuerpo en ese estado. Esto me marca una diferencia con las narrativas que se suelen encontrar en Internet, de gente que afirma que se ve a sí misma en un OBE y que señala ver un "hilo dorado/plateado" saliendo de sus cabezas o de sus estómagos. En mi caso, de los cientos y cientos de OBEs, el 99,9% de las veces no me vi a mí mismo, incluyendo en ese porcentaje el no ver hilos, excepto esta ocasión que estoy contando específicamente.

La narrativa "popular" en Internet también comenta que ese hilo es lo que mantiene con vida a quienes osan realizar viajes astrales. Esa misma literatura comenta que es un hilo de plata. Recuerdo una vez que observé "un algo", parecido a un hilo, que salía de un poco más abajo de mi pecho. Este hilo era de color dorado. Sin embargo, en cientos de experiencias de salir del cuerpo NO ME ACUERDO HABER VISTO ESTE HILO MÁS DE DOS VECES.

Esa literatura misma (y algunas personas basándose en ella) comenta de los peligros de andar vagando por ahí, astralmente: dicen que hay que tener cuidado de no alejarse mucho porque uno puede desprenderse del hilo y no poder volver más. Yo no sé si esto es cierto o si tengo que llegar a un nivel diferente, o algo por el estilo, para observar este hilo, no sé. Lo que sí sé es que algo me liga a lo que se halle en la cama "durmiendo" (¿será mi cuerpo quizás?). Algunas veces cuando me he encontrado tenso o dentro del mismo Desdoblamiento algo me asustó, estando fuera del cuerpo, he tenido la experiencia de volver al cuerpo a una velocidad tremenda (igual a un rayo) y recorriendo como en reversa los sitios por donde antes había pasado.

Leyendo esta literatura, mi mayor temor era encontrarme con algún "ser" en mis desdoblamientos. Se dice que depende del nivel espiritual de uno se podía topar con seres evolucionados o involucionados y, como yo nunca me consideré nada bueno, en esa época era lógico mi temor. Del '98 al 2005, más o menos, nunca vi a ningún ente ni nada que se le pareciese. Yo todo lo que leí, leo y leeré, lo tomo intelectualmente entre pinzas y comillas así que no me trago lo primero New Age que me digan.

En el departamento de la calle B. fue en donde yo tuve las experiencias iniciales más fuertes. Ahí aprendí a moverme, a andar y a caminar. Ahí tuve las sensaciones de verdaderamente irme a otros lugares, cercanos o lejanos. Recuerdo que muchas muchísimas veces yo andaba molesto y temeroso de dormirme por esa sensación de no poderme mover (la PS) porque no tenía idea qué era ni cómo se llamaba, ni por qué sucedía. Andaba también muy alterado y tenso por cuestiones de mi vida y, encima, a la hora de dormir me sobrevenía esa cosa insoportable de la Parálisis del Sueño. Tiempo después me di cuenta que el PS era sólo el momento previo a tener la sensación de salirse de uno mismo.

Desde la perspectiva de mi miedo ─o mi valor─ yo encontraba cómodo el investigar estas experiencias a la hora de la siesta, de día. Es decir, cuando yo me hallaba en medio del PS no intentaba del todo luchar para salir de ese estado mientras veía la luz del día, así me daba tiempo de explorar ese estado. A la noche era otro asunto, uno espantoso y me daba mucho miedo. Trataba de finalizar la experiencia.

Casi siempre sucedían varias cosas respecto de estar en medio de la Parálisis de Sueño: vivenciaba los "síntomas" juntos o gradualmente ─primero uno, luego el otro y así─, a veces agregándose alguno nuevo ─como la sensación del lagrimeo de mis ojos o esa presión pareja en la superficie de la piel─, o sólo sentía esa sensación de no estar despierto pero tampoco dormido (que vendría a ser lo mismo que PS, aunque me podía mover algo, sin tener muchas palpitaciones);en medio de una PS o me dormía y nada pasaba, o iba teniendo esa sensación de succión con la que, gradualmente, iba sintiendo que flotaba.

Recuerdo una situación de haber estado con los ojos cerrados en un momento (yo siempre creí que estaba despierto) para al siguiente, justo después de reabrirlos, estar con el techo muchísimo más cerca. Yo en esos momentos pensaba que levitaba realmente (cuerpo, carne y hueso). A causa de ese pensamiento una vez me asusté porque tenía en mi cuarto de la calle B un ventilador de techo y en esa ocasión vi que el techo iba acercándose cada vez más y cada vez más (recuerdo más la sensación de que el techo se acercaba hacia mí que la sensación de "volar"), el techo se acercó tanto que yo tenía al ventilador funcionando a centímetros de mi cara. Ahora también recuerdo que me pasó al menos dos veces lo mismo pero con un ventilador de piso.

En ese vuelo incómodo de las primeras veces (por lo desordenado) yo "volaba", o me trasladaba, usando impulsos (el ejemplo más cercano que se me viene a la cabeza es cuando se patina y alguien empuja al patinador y éste se mueve por ese impulso, hasta el desvanecer del impulso): mi sensación es que había "algo" ─que bien pudiera ser yo mismo─ que me impulsaba hacia, digamos, la derecha, siendo el movimiento al comienzo rápido o acelerado y después más lento. Recuerdo estar dándole la espalda al ventilador de piso que había en mi habitación, o viéndolo de costado; recuerdo también el temor de que sus paletas me lastimaran. Incluso recuerdo con precisión el viento, tenía la sensación del viento más intenso en mi rostro cada vez más. Cuanto más deseaba no toparme con el ventiladorcito más me iba hacia él (con esa especie de impulso): sé que no era sonambulismo, porque una vez traspasé el aparato (lamentablemente no recuerdo más de esa experiencia) y en otra ocasión me desperté en mi cama en la posición habitual y con el pulso acelerado por lo inmediatamente experimentado.

"Fantasy dream", pxfuel.com

Así que de día me sentía con menos miedo a la hora de pasar por el PS.

Me acuerdo un día en el que súbitamente salí del cuerpo y me puse de pie, aunque no con un movimiento que yo haya provocado por la obra de mi voluntad consciente. En otra oportunidad, en medio de un Desdoblamiento, sólo levanté mi mano derecha, venciendo esa succión y luego la mano izquierda: yo ya sabía, más o menos, qué pasaba porque veía a las dos manos transparentes (tal cual los fantasmas esos de la TV, igual). En otra ocasión, me senté en mi cama e intenté ponerme de pie y caminar. Estas experiencias me sucedían con una enorme diferencia de tiempo y lo que más o menos aprendía un día, lo olvidaba en el siguiente. La mayoría de las veces he estado ansioso por probarlo todo en un sólo instante y muy pocas, pero muy pocas veces, pude aplicar el conocimiento de la experiencia anterior a la experiencia siguiente. En esta etapa casi todos mis logros se dieron de forma natural o casualmente. En ese estado de OBE me era muy difícil dar un paso y después el otro. Cuando fue el día que me senté en mi cama e intenté caminar, traspasé la parte superior de mi departamento (en el piso de arriba estaban las habitaciones), me fui al cuarto de M, traspasé después una pared y me fui al departamento siguiente. Un montón de veces hice esto.

Cuando tuve más habilidad quise averiguar si esto era más que un sueño lúcido. Después de traspasar las paredes de mi departamento, me fui al departamento de mis vecinos, bajé hasta el comedor y me fijé muy bien en los detalles del mantel. Cuando me desperté me fui al cuarto de M y dibujé en la guía de teléfonos el patrón que había visto en aquel mantel. Luego, lo que quedaba de tarea era contrastar mi dibujo con el supuesto mantel del departamento vecino. Nunca lo hice, nunca me animé y pasó el tiempo y me olvidé. Si encuentro aquella guía telefónica (también me revelará el año exacto en el que fue la experiencia, si es que era la guía de ese año, claro) voy a escanear esa hoja.

Seguiré contando mis experiencias más adelante. ¡Saludos!

Comentarios

Lady Nina ha dicho que…
Hola

Creo 100% en lo que dices porque a mi me ha pasado lo suficiente como para estar segura...
Ahora dime algo? Lo has podido controlar totalmente? Sirve para algo esa capacidad?

Espero tus respuestas

Saludos
Nike ha dicho que…
Hola, Lady, qué tal, un gusto.

Digamos que he tenido un control sobre el asunto dispar. Sí, si he podido controlar un desdoblamiento casi en su totalidad, pero para eso tengo que estar muy tranquilo previamente, y bajar cierto nivel de neurosis. Con voluntad se puede, de eso estoy completa y totalmente seguro.

A la última pregunta te la voy a responder medio filosóficamente, aunque, al final, tal vez no te satisfaga en nada:

Con mi viejo hablábamos una vez de las moscas, las hormigas, los mosquitos y unos vecinos del barrio cerca de su casa...

Yo me preguntaba para qué existían los mosquitos, que sólo molestan. Me preguntaba también cuál era la utilidad de una hormiga ─mientras mataba una con el pie─...algo tan pequeño, casi inexistente. Una hormiga es tan pequeña que casi no existe (eso pensaba yo).
Con las moscas era lo mismo: ¡sólo molestan!─ me decía a mí mismo.

En eso de mis preguntas súper existenciales (:P) se acercó un vecino a preguntar si mi viejo tenía el diario del día (el periódico). Mi viejo entró a su casa, trajo el diario y se lo dio. El vecino se fue.

Mi viejo me comentó sobre que, con ese vecino, pagaban la mitad de la subscripción del video por cable, pero que aquél se atrasaba en darle la mitad correspondiente casi siempre. Me comentaba también que innumerables veces no le devolvía el diario que se le prestaba. Incluso había días en que lo pedía a la mañana temprano y, si lo devolvía, lo hacía a las 8 de la noche (re desconsiderado).

Entonces, le pregunté a mi padre: ¿Para qué sirve un vecino así? ¡Si es un zángano!

Y mi viejo me contestó algo así: "...Para que nosotros ahora estemos reflexionando sobre él..."

Años después (y hasta por ahí nomás) comprendí esa respuesta.

¡Un saludo!
Nike ha dicho que…
Se agradece el aporte, Leycósmica. ¡Un saludo!

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