Debate caliente en Mi Majestad
Conversación que tuve con mi buena amiga Roal (@roalve en Twitter), hace tiempo, a raíz de la entrada:
No hay Libertad si existe una elección (La conversación completa está en los comentarios de dicha entrada del blog). Lo que está en azul es la intervención de Roal, debajo de ello, mis intervenciones.
Suena interesante, pero he ahí el detalle, ¿cómo logramos esto?, ¿realmente es posible no referenciar las cosas luego de percibirlas?, ¿es esto humano?
Una pregunta que te hago yo es ¿para qué quisieras vos 'ver todos los amaneceres sin que haya la actividad de la memoria'? Según mi recontra humilde opinión, una de dos cosas suceden en personas que leen este tipo de literatura:
- O dicen que no es posible y, desde ahí, surge la pregunta de cómo se podría hacer tal cosa;
- O dicen que es difícil, con lo que ciertamente observan una posibilidad, pero se que sitúan con que es difícil y hasta ahí se quedan.
Otra pregunta más que te hago es si eso que vos citaste ─de lo que yo escribí─ tiene sentido para vos o no tiene sentido. Si tiene sentido, entonces, puede que sea la primera cosa que puse más arriba (no es posible y la pregunta de cómo).
Si vos me considerás un conocedor o desconocedor de algo, eso, justamente, es una pauta o una regla con la que vos mides un pensamiento fijo que tenés: por ejemplo, una persona para vos es conocedora de algo cuando sabe hasta este y este otro punto y, es desconocedora, cuando no sabe hasta este otro cierto punto. Ese vidrio que uno se pone no permite ver lo que en ese vidrio no aparece, por eso, una pauta -o el vidrio- otorga limitación. Uno con una regla es siempre limitado.
Yo no me considero conocedor de estas cosas que comento en el texto de esta entrada. Pero si yo me atreviese a decirte cómo puedes hacer tal o cual cosa, sería sólo eso, un atrevimiento (y me voy a atrever :P). ¿Cómo lo hago yo? Soy un espejo sin opinión. Nada más. Me percaté de la pequeña vocecita de la mente y sólo la callo algunas veces; las cosas se reflejan en mí pero yo no las pienso. Por ejemplo, ¿qué sucede con tu mente cuando vas por la calle caminando y ves un cartel publicitario cualquiera? Supongamos que esta publicidad diga 'Cafetería Albert Einstein'. Apenas tus ojos se posan en la C de Cafetería es posible que vos ya la empieces a pronunciar y después, como por un rayo, rapidísimo, ya leíste con tu mente Cafetería, Albert, y Einstein. Todo eso sin darte cuenta, sin ninguna intención de querer provocar lectura.
Yo ahora te puedo poner el siguiente ejercicio, ve las letras a continuación:
¿Tu voz de la mente dijo á, bé, cé, dé, ó, é, jota? ¿ Exactamente qué hizo la voz dentro de tu mente?
Ahora quiero que, con las mismas letras, no produzcas pensamiento cuando tus ojos posen sobre ellas; es decir, quiero que no reconozcas a la A como A (ni á), ni a la B como B (ni bé):
¿Pudiste?
En un principio es algo complicado el no reconocer con la mente caracteres que ya se conocen. Lo mismo sucede con asuntos, digamos, más importantes. Uno va caminando por la calle de noche y observa a un hombre con determinadas características y piensa que podría ser un ladrón. Luego, se activa la adrenalina, tenemos miedo, estamos más atentos, cruzamos la calle para no toparnos con él...todo porque nuestra regla interna dice que un señor con determinadas características ─en su vestimenta, en su rostro o en su andar─ puede ser o es un ladrón. Yo no digo que esto último no sea práctico. Pero yo no pensaría, porque tengo un plan, es una estrategia mía, y, de alguna forma, no me queda otra. Sin embargo, vos, ¿para qué te producirías no pensar?
Nuestra memoria almacena cada información que percibe e instintivamente la clasifica otorgándole características particulares a las cosas, es la manera como asimilamos lo que percibimos para que perdure en nuestra vida.
Instintivamente. Mi punto de vista dice que no es por instinto que la mente ─gracias a la memoria─ clasifica la información, sino, por costumbre. Cuando éramos niños a nosotros nos enseñaron esto es mesa; no toques eso, está caliente; vives en tal calle, recordalo para cuando tengas que volver...Después, ya sabes que esa cosa elevada es mesa, aquello de más allá es una olla o fuego, que uno debe recordar ciertos asuntos, por seguridad, etc.. Cuando uno está crecido, por lo general, la gente de alrededor ya no nos está diciendo directamente esto es desamor, esto es tristeza, esto es feo, aquí te tiene que dar frío, más allá calor, esto es belleza, etcétera, sino que uno mismo se lo dice a uno mismo. Estamos acostumbrados que así sea, además de que es útil, verdaderamente.
Perdure. ¿Por qué necesito o quiero que algo perdure en mi vida? Si yo necesitase que un bello amanecer perdure a través de mi memoria será porque, seguramente, cuando lo recuerde, me haré sentir bien. Si llegase a ser así ¿por qué necesito de un intermediario para sentirme bien, por qué no puedo sentirme bien, inmediatamente?
Si posteriormente descubrimos que alguna de nuestras apreciaciones son falsas, nuestro cerebro corrige inmediatamente y sustituye el concepto relacionado.
Que nuestra mente ─nuestro cerebro─ descubra que algo es falso no es signo de nada. Nuestra mente no descarta algo sólo porque sea falso, ni tampoco lo hace inmediata ni automáticamente. Según lo veo yo, es posible que la mente tome algo o lo descarte solamente cuando ella descubra que algo es útil o inútil. Si es falso y es útil, seguirá teniendo la misma presencia que lo cierto y de hecho, estará participando como si lo fuera.
(...) pero cuando esta finaliza -la vivencia-, existirá necesariamente una clasificación, una etiqueta, un concepto, así sea el de "experiencia lanzada al cajón de vivencias indescriptibles".
Será necesario dependiendo de la utilidad que esta clasificación te traiga. Si en un momento descubres que esta clasificación no es necesaria, de seguro no la utilizarás más. Poner una experiencia, quizás que lo merezca, en el cajón de lo indescriptible, lo inconmensurable, lo absolutamente bello, etc. es, simplemente, más de lo mismo. La clasificación es absoluta y limitada y la regla, en virtud de la cual haces que una cosa ingrese a esa clasificación, también.
Es importante descubrir y reconocer que contamos con infinidad de pautas, y si la adecuada no existe contamos con la capacidad de crear o buscar una nueva, si algo es para mí "extraordinariamente hermoso", y siento que aún esa expresión se queda corta, pues intentaré describirla como algo "extraordinario y magníficamente hermoso", y si aún no me basta concluiré con que su hermosura es tal que no logro describirla, ya que para mí es infinita, y ahí, sin darme cuenta, tengo una pauta, "infinita".
Si vos sientes que una expresión se queda corta para denominar una experiencia ¿por qué vas a intentar describirla con algo más? ¿Por qué no te quedas con la experiencia así como se presentó y nada más?
Si después de una experiencia, tu descripción no te contenta, y, por ello, buscas una descripción que te satisfaga de los tipos "bello", "absolutamente bello", "absoluta y totalmente bello", "absoluta, total y completamente bello", "indescriptiblemente bello"...estarías produciendo una especie de tautología, es decir, estarás repitiendo una verdad que no cambia con palabras acomodadas que, en realidad, tampoco cambian: estarías diciendo lo mismo en todo momento, tal vez, pensando que dices algo diferente. En lo personal, si yo tuviera una experiencia 'indescriptiblemente bella' me contentaría con lo de 'indescriptible' o con el 'no hay palabras para expresar lo que siento' y me parecería muy bueno que sea así.
¿Entiendes el número un millón? No lo pregunto desde la lógica o desde la matemática con la que se puede dibujarlo, sino, desde lo que realmente representa: una cantidad. ¿Entiendes, desde la cantidad, el número un millón? Un millón es un número grande, uno bien grande, pero completamente ínfimo en comparación a lo infinito. Yo no entiendo un millón y no tengo ni idea de lo que es el infinito...
"Una mente condicionada está limitada a hacer y ver siempre lo mismo, y, en todo caso, lo que verá y lo que hará, no formará parte de las cosas como son, sino, de las cosas como ella creé que son".
Este acondicionamiento de la mente puede ser limitado, pero también podría ser sumamente extenso, tanto que pueda evitar que hagamos y veamos las cosas siempre de la misma manera. ¿No crees?
¿Qué debería hacer para ver las cosas tal como son? ¿Indagar hasta donde el conocimiento y mis capacidades me lo permitan?
Yo digo que todo condicionamiento en sí mismo, ya sea que tenga una gran cantidad de cosas o muy pocas, es limitado. Un condicionamiento podrá ser extenso, abarcar una gran cantidad de asuntos, pero de igual forma, limitado. Una mente con un condicionamiento no puede hacer ninguna cosa más que no esté dentro de ese condicionamiento. Con un condicionamiento, uno funciona con una condición y no funciona sin esa condición. Una mente que crea el problema no puede crear la solución. Para poder producir solución una mente debe dejar de ser lo que es y ser otra cosa, es decir, todo cuanto fue que produjo el problema, debe, invariablemente, dejar de repetirse y, desde ahí, puede que surja algo distinto y puede que eso distinto otorgue soluciones.
¿Cuando vos ves las cosas lo haces con la mente o lo haces con los ojos? Yo cuando quiero ver, quiero ver y cuando quiero oír, quiero oír, no quiero ver y pensar u oír y pensar, no lo quiero hacer todo junto*. Así medito yo. Cuando uno medita ve una manzana, no pone el pensamiento 'manzana', sólo ve un algo, después es 'manzana'. Si con el sentido del tacto siento a ese objeto, entonces, lo siento con todo el sentido del tacto y nada más, no pongo pensamiento a decir 'ahora mismo estoy sintiendo la textura de la manzana, está fresca, tibia, es así y asá'. Siento y punto.
* A esto te lo comento mejor en otro momento.
No hay Libertad si existe una elección (La conversación completa está en los comentarios de dicha entrada del blog). Lo que está en azul es la intervención de Roal, debajo de ello, mis intervenciones.
"...si existiera la posibilidad de ver todos los amaneceres sin que haya la actividad de la memoria, sin que se forme una nueva referencia, sin que se diga feo o bello, es posible que asomara una nueva forma de estar en el mundo...".
Suena interesante, pero he ahí el detalle, ¿cómo logramos esto?, ¿realmente es posible no referenciar las cosas luego de percibirlas?, ¿es esto humano?
Una pregunta que te hago yo es ¿para qué quisieras vos 'ver todos los amaneceres sin que haya la actividad de la memoria'? Según mi recontra humilde opinión, una de dos cosas suceden en personas que leen este tipo de literatura:
- O dicen que no es posible y, desde ahí, surge la pregunta de cómo se podría hacer tal cosa;
- O dicen que es difícil, con lo que ciertamente observan una posibilidad, pero se que sitúan con que es difícil y hasta ahí se quedan.
Otra pregunta más que te hago es si eso que vos citaste ─de lo que yo escribí─ tiene sentido para vos o no tiene sentido. Si tiene sentido, entonces, puede que sea la primera cosa que puse más arriba (no es posible y la pregunta de cómo).
Si vos me considerás un conocedor o desconocedor de algo, eso, justamente, es una pauta o una regla con la que vos mides un pensamiento fijo que tenés: por ejemplo, una persona para vos es conocedora de algo cuando sabe hasta este y este otro punto y, es desconocedora, cuando no sabe hasta este otro cierto punto. Ese vidrio que uno se pone no permite ver lo que en ese vidrio no aparece, por eso, una pauta -o el vidrio- otorga limitación. Uno con una regla es siempre limitado.
Yo no me considero conocedor de estas cosas que comento en el texto de esta entrada. Pero si yo me atreviese a decirte cómo puedes hacer tal o cual cosa, sería sólo eso, un atrevimiento (y me voy a atrever :P). ¿Cómo lo hago yo? Soy un espejo sin opinión. Nada más. Me percaté de la pequeña vocecita de la mente y sólo la callo algunas veces; las cosas se reflejan en mí pero yo no las pienso. Por ejemplo, ¿qué sucede con tu mente cuando vas por la calle caminando y ves un cartel publicitario cualquiera? Supongamos que esta publicidad diga 'Cafetería Albert Einstein'. Apenas tus ojos se posan en la C de Cafetería es posible que vos ya la empieces a pronunciar y después, como por un rayo, rapidísimo, ya leíste con tu mente Cafetería, Albert, y Einstein. Todo eso sin darte cuenta, sin ninguna intención de querer provocar lectura.
Yo ahora te puedo poner el siguiente ejercicio, ve las letras a continuación:
A B C D O E J
¿Tu voz de la mente dijo á, bé, cé, dé, ó, é, jota? ¿ Exactamente qué hizo la voz dentro de tu mente?
Ahora quiero que, con las mismas letras, no produzcas pensamiento cuando tus ojos posen sobre ellas; es decir, quiero que no reconozcas a la A como A (ni á), ni a la B como B (ni bé):
A B C D O E J
¿Pudiste?
En un principio es algo complicado el no reconocer con la mente caracteres que ya se conocen. Lo mismo sucede con asuntos, digamos, más importantes. Uno va caminando por la calle de noche y observa a un hombre con determinadas características y piensa que podría ser un ladrón. Luego, se activa la adrenalina, tenemos miedo, estamos más atentos, cruzamos la calle para no toparnos con él...todo porque nuestra regla interna dice que un señor con determinadas características ─en su vestimenta, en su rostro o en su andar─ puede ser o es un ladrón. Yo no digo que esto último no sea práctico. Pero yo no pensaría, porque tengo un plan, es una estrategia mía, y, de alguna forma, no me queda otra. Sin embargo, vos, ¿para qué te producirías no pensar?
Nuestra memoria almacena cada información que percibe e instintivamente la clasifica otorgándole características particulares a las cosas, es la manera como asimilamos lo que percibimos para que perdure en nuestra vida.
Instintivamente. Mi punto de vista dice que no es por instinto que la mente ─gracias a la memoria─ clasifica la información, sino, por costumbre. Cuando éramos niños a nosotros nos enseñaron esto es mesa; no toques eso, está caliente; vives en tal calle, recordalo para cuando tengas que volver...Después, ya sabes que esa cosa elevada es mesa, aquello de más allá es una olla o fuego, que uno debe recordar ciertos asuntos, por seguridad, etc.. Cuando uno está crecido, por lo general, la gente de alrededor ya no nos está diciendo directamente esto es desamor, esto es tristeza, esto es feo, aquí te tiene que dar frío, más allá calor, esto es belleza, etcétera, sino que uno mismo se lo dice a uno mismo. Estamos acostumbrados que así sea, además de que es útil, verdaderamente.
Perdure. ¿Por qué necesito o quiero que algo perdure en mi vida? Si yo necesitase que un bello amanecer perdure a través de mi memoria será porque, seguramente, cuando lo recuerde, me haré sentir bien. Si llegase a ser así ¿por qué necesito de un intermediario para sentirme bien, por qué no puedo sentirme bien, inmediatamente?
Si posteriormente descubrimos que alguna de nuestras apreciaciones son falsas, nuestro cerebro corrige inmediatamente y sustituye el concepto relacionado.
Que nuestra mente ─nuestro cerebro─ descubra que algo es falso no es signo de nada. Nuestra mente no descarta algo sólo porque sea falso, ni tampoco lo hace inmediata ni automáticamente. Según lo veo yo, es posible que la mente tome algo o lo descarte solamente cuando ella descubra que algo es útil o inútil. Si es falso y es útil, seguirá teniendo la misma presencia que lo cierto y de hecho, estará participando como si lo fuera.
(...) pero cuando esta finaliza -la vivencia-, existirá necesariamente una clasificación, una etiqueta, un concepto, así sea el de "experiencia lanzada al cajón de vivencias indescriptibles".
Será necesario dependiendo de la utilidad que esta clasificación te traiga. Si en un momento descubres que esta clasificación no es necesaria, de seguro no la utilizarás más. Poner una experiencia, quizás que lo merezca, en el cajón de lo indescriptible, lo inconmensurable, lo absolutamente bello, etc. es, simplemente, más de lo mismo. La clasificación es absoluta y limitada y la regla, en virtud de la cual haces que una cosa ingrese a esa clasificación, también.
Es importante descubrir y reconocer que contamos con infinidad de pautas, y si la adecuada no existe contamos con la capacidad de crear o buscar una nueva, si algo es para mí "extraordinariamente hermoso", y siento que aún esa expresión se queda corta, pues intentaré describirla como algo "extraordinario y magníficamente hermoso", y si aún no me basta concluiré con que su hermosura es tal que no logro describirla, ya que para mí es infinita, y ahí, sin darme cuenta, tengo una pauta, "infinita".
Si vos sientes que una expresión se queda corta para denominar una experiencia ¿por qué vas a intentar describirla con algo más? ¿Por qué no te quedas con la experiencia así como se presentó y nada más?
Si después de una experiencia, tu descripción no te contenta, y, por ello, buscas una descripción que te satisfaga de los tipos "bello", "absolutamente bello", "absoluta y totalmente bello", "absoluta, total y completamente bello", "indescriptiblemente bello"...estarías produciendo una especie de tautología, es decir, estarás repitiendo una verdad que no cambia con palabras acomodadas que, en realidad, tampoco cambian: estarías diciendo lo mismo en todo momento, tal vez, pensando que dices algo diferente. En lo personal, si yo tuviera una experiencia 'indescriptiblemente bella' me contentaría con lo de 'indescriptible' o con el 'no hay palabras para expresar lo que siento' y me parecería muy bueno que sea así.
¿Entiendes el número un millón? No lo pregunto desde la lógica o desde la matemática con la que se puede dibujarlo, sino, desde lo que realmente representa: una cantidad. ¿Entiendes, desde la cantidad, el número un millón? Un millón es un número grande, uno bien grande, pero completamente ínfimo en comparación a lo infinito. Yo no entiendo un millón y no tengo ni idea de lo que es el infinito...
"Una mente condicionada está limitada a hacer y ver siempre lo mismo, y, en todo caso, lo que verá y lo que hará, no formará parte de las cosas como son, sino, de las cosas como ella creé que son".
Este acondicionamiento de la mente puede ser limitado, pero también podría ser sumamente extenso, tanto que pueda evitar que hagamos y veamos las cosas siempre de la misma manera. ¿No crees?
¿Qué debería hacer para ver las cosas tal como son? ¿Indagar hasta donde el conocimiento y mis capacidades me lo permitan?
Yo digo que todo condicionamiento en sí mismo, ya sea que tenga una gran cantidad de cosas o muy pocas, es limitado. Un condicionamiento podrá ser extenso, abarcar una gran cantidad de asuntos, pero de igual forma, limitado. Una mente con un condicionamiento no puede hacer ninguna cosa más que no esté dentro de ese condicionamiento. Con un condicionamiento, uno funciona con una condición y no funciona sin esa condición. Una mente que crea el problema no puede crear la solución. Para poder producir solución una mente debe dejar de ser lo que es y ser otra cosa, es decir, todo cuanto fue que produjo el problema, debe, invariablemente, dejar de repetirse y, desde ahí, puede que surja algo distinto y puede que eso distinto otorgue soluciones.
¿Cuando vos ves las cosas lo haces con la mente o lo haces con los ojos? Yo cuando quiero ver, quiero ver y cuando quiero oír, quiero oír, no quiero ver y pensar u oír y pensar, no lo quiero hacer todo junto*. Así medito yo. Cuando uno medita ve una manzana, no pone el pensamiento 'manzana', sólo ve un algo, después es 'manzana'. Si con el sentido del tacto siento a ese objeto, entonces, lo siento con todo el sentido del tacto y nada más, no pongo pensamiento a decir 'ahora mismo estoy sintiendo la textura de la manzana, está fresca, tibia, es así y asá'. Siento y punto.
* A esto te lo comento mejor en otro momento.
Comentarios
Bueee, éxito con la búsqueda de tu jardín.
¡Hasta la próxima!
¡Gracias por pasar!